¿Cómo implementar un plan anticorrupción en las PyMES?
Alex Garberí Mascaró y José Alejandro Cuevas Sarmiento
La peor enfermedad del mundo hoy en día es la corrupción. Y tenemos una cura: Transparencia. Bono, TedTalks 2013
La corrupción es un cáncer dentro de la sociedad que puede afectar tanto a grandes empresas como a PyMES. Se manifiesta a través de distintas vías, incluyendo sobornos, regalos y atenciones, pagos de facilitación, comisiones o contribuciones políticas.
Organizaciones internacionales como las Naciones Unidas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Transparencia Internacional, y gobiernos a todos los niveles están haciendo un esfuerzo titánico para reducir la corrupción. No obstante, es necesario que los empresarios sean conscientes del daño que genera este tipo de conducta y las prevengan.
Con la publicación de la Norma 37001 la ISO, un estándar certificable que recoge las principales medidas para la prevención de la corrupción, es muy probablemente que comience a ser exigido por gobiernos y empresas multinacionales para contratar con sus proveedores, así como por bancos y aseguradoras a efectos de financiamiento o emisión de pólizas.
A continuación 8 medidas que deben incorporarse en cualquier Plan Anticorrupción dentro de empresas medianas y PyMES:
1. Identificar las áreas de riesgo.
Dependiendo del sector en el que opera la compañía, el tipo de actividad, los países con los cuales se mantiene relaciones y cualquier otra particularidad, las empresas pueden estar más o menos expuestas al riesgo. Es natural que exista un cierto grado de riesgo, y las empresas deben contar con los mecanismos para conocer los suyos.
2. Implementar un Programa Antisoborno.
Una vez identificados los riesgos, el siguiente paso es su gestión adecuada, a través de un plan de acción que establezca las acciones, procesos y mecanismos de control. La Norma ISO 37001 es precisamente un estándar certificable que permitirá a la empresa validar hasta qué grado está cumpliendo con un Programa Antisoborno adecuado.
3. Establecer una política de obsequios.
Uno de los elementos que deben tratarse dentro del Programa Anticorrupción es la política de obsequios de la compañía, en la cual se tienen que establecer los supuestos, modo y forma en que se realizarán los obsequios corporativos, prohibiendo expresamente cualquier tipo de pago de regalos, ofrendas y entretenimientos que excedan lo aceptable según los usos y costumbre locales (y mientras más estricta, mejor).
4. Prohibir los pagos de facilitación.
Aunque son habituales en algunos países y propios de ciertas actividades comerciales, los pagos de facilitación son una forma de soborno y por tanto deben ser tratados en el Programa Anticorrupción de la empresa.
5. Mantener una política transparente de donaciones y contribuciones.
Es perfectamente lícito y aceptable realizar donaciones y contribuciones a fundaciones, organizaciones no gubernamentales o cualquier otra causa no prohibida por la legislación. Se recomienda, en todo caso, mantener un control para evitar que tales aportes se conviertan en un medio para obtener beneficios no justificados para la empresa, sus socios o miembros.
6. Capacitación al personal.
Debe existir una formación desde la dirección hasta el personal operativo, y muy especialmente a la fuerza de ventas y áreas de compra o procurement, de manera que estén en capacidad de identificar las conductas ilícitas, reaccionar ante cualquier situación a que puedan enfrentarse y realizar las denuncias en los casos pertinentes.
7. Evitar negocios con quienes no acepten los valores de la empresa o puedan perjudicar la reputación.
Cada día más las empresas se ven más afectadas por su entorno y sus stakeholders. Las acciones de un proveedor no necesariamente generarán responsabilidad penal a una empresa (en algunos casos puede que sí), pero siempre se estará expuesto al riesgo reputacional por las acciones de terceros con quien se mantiene relación comercial.
8. Tone at the top.
Ninguna acción será efectiva si las altas esferas del negocio no se comprometen con la ejecución de un Programa de Compliance eficaz y un completo sistema Anticorrupción. Los administradores, directores y todos aquellos que ostenten posiciones de mando deben convertirse en líderes ejemplares en todo momento.
Alex Garberí Mascaró es Socio Fundador y Director de Garberí Penal. José Alejandro Cuevas Sarmiento es Legal & Compliance Project Manager en Garberí Penal.
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